Vistazo cercano

Lo que nos importaba conocer eran los resultados electorales, aunque algunos lo negaran con la boca pequeña. Se esperaba que la marea por la derecha alcanzara para una coalición del PP con el peligroso partido ultra, pero los números no han dado. Los únicos que en el momento de tanto recuento se encogen de hombros como si la cosa no fuera con ellos son los foristas de la reaparecida cirujana: no se presentaban a las elecciones, no hicieron campaña por nadie, no se metieron adrece en ningún lío; se limitaron a poner en su sitio los carriles del Muro e hicieron como si lo demás no fuera con ellos. Pero sí que iba con ellos, aunque lo disimularon con todas sus fuerzas. En este sentido, las cosas les han salido bien. Su incómodo socio ultra ha perdido diputados y los números no dan para una mayoría absoluta con un PP que los aupara a la Moncloa. Así que tampoco aquí se les remontarán y, llegado el caso, poner en su sitio a algún concejal chulito que se les pase de díscolo.

Las urnas locales han dejado seiscientos votos de diferencia a los socialistas locales a su favor sobre el PP. Respecto al 2019, la derecha pierde fuelle, pero, comparados con los resultados locales y autonómicos, ganan fuerza: ese es el peso de Foro en Gijón, lo que marca la diferencia y que deja a la formación comandada por la recidivante cirujana en una zona pantanosa entre la derecha extrema y la extrema derecha, pero no a un lado porque se demuestra que tiene clientela en ambas orillas.

Por babor, ahí tenemos a los de la IU de Javier Suárez que no saben si estar contentos o quedarse como están, pero instalados de momento en no dar mucho la lata al gobierno municipal, no vaya a ser que, llegado el momento, tengan que salir en su apoyo. ¿Y el PSOE local? Pues a verlas venir, es decir a esperar como se desenvuelve Sánchez en sus pactos y si logra la investidura o si allá para diciembre nos veamos todos en la necesidad de volver a las urnas. De momento, a sus dirigentes y afiliados, y en eso existe perfecta sintonía, la sensación es de alivio, como la de tantos progresistas españoles, por el intento fallido de involución en toda la nación, y por tanto en esta villa marinera, por la vía electoral. Sí, porque se han salvado los muebles frente al retroceso por la mínima: ahí esta para verse la grieta que parte en dos a España, de cuya reapertura es responsable directa una derecha montaraz que no ha tenido inconveniente en hacerla aparecer con tal de alcanzar el ansiado poder.