Bichos que pican

Mucho cuidado con Delia Losa, la delegada del Gobierno aquí, que acaba de ser elegida primera secretaria de la AMSO, la agrupación de los socialistas ovetenses. En su proclamación estaba la flor y nata del sanchismo asturiano, antes conocido como “los del SOMA”, con María Luisina Carcedo o Adriana Lastra o el apoyo explícito del hombrín de Laviana que desde Suárez de la Riva intenta llevar los asuntos de la provincia, un territorio pequeño al que no alcanza a cogerle el pulso, por lo que se dedica a deambular y decir cosas estrafalarias o verse impropiamente con gente rara como el ordinario de la diócesis, fray Jesús Montes.

Dice uno que ha de tenerse especial cuidado con Losa porque a Gijón le cae como una ídem. Ha ocupado el primer puesto político local ovetense y sin ser especialmente conspicuos se barrunta que pretenderá obtener la cabecera de lista socialista capitalina en las elecciones locales del año venidero. Desde que esta persona humana es delegada del Gobierno en Asturias, nuestra villa marinera ha perdido una importante interlocución con el ejecutivo que comanda Pedro Sánchez. Ella, como corresponde a una buena socialminera, tira para las cuencas irredentas y un poco para la capital para que no se diga. Hay personas metidas en política que permanecen en estado larvario durante años, pero que cuando se muestran en su plenitud se convierten en especímenes peligrosos por sus emponzoñados picotazos. Nada bueno podemos esperar desde este balcón colgado al Cantábrico de los que, de una forma u otra, mandan en Asturias. Su mayor atrevimiento consistió en colocarnos como alcaldesa a una gentil dama de Carbayonia, la cual seguimos padeciendo y que ha logrado desactivar a la ciudad y frenar su velocidad de crucero, más allá de lo que pandemias y guerras cercanas frenan el crecimiento de todos los territorios europeos o mundiales.

El SOMA, disfrazado de sanchismo, separado de cualquier predicamento socialdemócrata, tiende al acaparamiento total de las instituciones de la provincia al completo. Por ello la mayoría de la gente debemos cortarles el paso, con mucho cuidado, eso sí, no vayan a ocupar su hueco indeseadas y aún más peligrosas entidades políticas. Visto lo habido este reciente fin de semana en la Francia, el panorama que se presenta es el de optar por lo menos malo. Los juegos de poder locales y provinciales se plantean muy soterradamente, con sutilezas imposibles como por ejemplo el advenimiento de Juan Cofiño, el vicepresidente, como mandamás en lo político del municipio sierense. Se diría que todo es susceptible de empeorar. Desde este punto de vista la elección de Monchu García como responsable de la Agrupación Socialista de Gijón viene a ser una interesante y esperanzadora excepción.

Envoltorio que no engaña

Vuelve el festival aéreo con sus máquinas de guerra voladoras y estos mandamases consistoriales han querido que lo haga disfrazado con un envoltorio que disimule, en este tiempo de guerra en Europa, que el espectáculo de la impúdica exhibición de las máquinas de guerra volantes se convierta en más salvaje todavía. El rugido de esos aviones es el mismo que escuchan los inocentes que van a ser bombardeados: miles de inocentes ciudadanos en Ucrania. ¡Qué tremenda hipocresía! Por un lado, nos solidarizamos con los que sufren y, por el otro, organizamos regocijos públicos con los aparatos que tienen como misión hacer daño a la gente. Claro que tienen que existir esos aviones de guerra y claro que pueden y deben también ser utilizados paradójicamente en misiones de paz o como útiles de disuasión, pero nunca ser exhibidos como elementos de feria. Y una Corporación tras otra caen en la misma trampa: como se reúne una gran cantidad de público, pasan por el aro.

En ese desgraciado festival aéreo, comparecen sobre las aguas de la bahía de San Lorenzo una apreciable cantidad de aeronaves de muchas clases, bastaría con eliminar tres o a lo sumo cuatro aparatos y dejar todos los demás, digamos, más inocentes; pero edición tras edición comparecen en los cielos de esta villa marinera letales elementos volantes, cuya existencia es necesaria, pero que no es propio que lo hagan como objetos de diversión. Este año, ya decimos, se le ha puesto al evento un envoltorio en forma de otras inocentes actividades: bien está. A cambio podía vetar esta Corporación la presencia de los más impresentables reactores sin doblegarse a los deseos de un caprichoso organizador.

P. S. El sábado pasado se nos fue inopinadamente Carlos Novoa Robles, compañero de la radio y gran amigo. Fue el rayo que nos atravesó ese día y cuya cicatriz permanecerá en uno mucho tiempo. Estos días se han destacado de él muchos méritos: los profesionales fueron muchos y abundantes y los personales, para quienes gozamos de su amistad, innumerables. Había nacido para el audiovisual. Su medio por excelencia fue la radio. Los que tuvimos el honor de asistir desde el segundo uno a su carrera audiovisual tuvimos la suerte de contemplar cómo nacen las estrellas, en este caso, de la radio. Carlos Novoa hizo radio, desde la musical a la deportiva, la entrevista o el entretenimiento; pero también la televisión, el doblaje cinematográfico, la narración o la comunicación corporativa y todo muy bien hecho. Quienes le quisimos va a ser difícil que le olvidemos. A Regy Cancelas, su esposa, a Carlos, Diego, Marco y Luca, sus hijos; a sus hermanos y a toda su familia, nuestras condolencias más sentidas. Descanse en paz.

Sargazos municipales

Tiempo de beaterías, paseo de santos, capirotes, incienso o mantillas y peinetas de pizpiretas manolas. Ahí está la vieja guardia católica agrupada bajo la capa pluvial de algún que otro cura mundano y presumidete con sus desfiles que pretenden ser píos, pero que son más bien pequeñas ferias de las vanidades. Volveremos a contemplar la incongruencia de alguna imagen escoltada por militares de verdad y no romanos de guardarropa. Pero, en aras de la democrática libertad de expresión y manifestación, miremos para otro lado como si fuera cosa normal.

Menos mal que el estropicio del Muro, tal como está planteado irá siendo corregido y no llegará a las próximas municipales. En este sentido, el tiempo juega a favor de la sensatez del común de los ciudadanos y no de ese grupúsculo de fanáticos comunistas comandados por el sidecar del equipo de gobierno. Si uno fuera de Podemos –no lo quiera ni en broma el destino– no movería un dedo por juntarse con esta banda de nietos de Stalin. No se trata de una superstición, sino de las ideas de una pequeña colección de iluminados sobre las de una mayoría ciudadana. De eso terminó por darse cuenta la gentil dama de Carbayonia y fue limando poderes al que, habiendo partido como alcaldín de humos y coches, ya va por simple concejalín, vigilado de cerca por el edil Olmo Ron que, a fuerza de no cometer pifias, por el sencillo método de no hacer nada y actuar como lorito de repetición de los argumentos de la primera autoridad, se ha ganado un poquito la confianza de esta.

Es una cosa estrafalaria que con tantos asuntos de enjundia pendientes, sólo la probable puesta en marcha de la regasificadora muselina, cuestión pendiente de la empresa Enagás y el Ministerio del ramo, más que del Consistorio o del Gobierno de la provincia, sea lo único que enseñar de aquí a un año. Ni estaciones ni enlaces de la Zalia ni resolución sobre el Piles, pero ligeras pendencias con la Cámara de Comercio a costa de un vial que muy sensatamente la entidad cameral propone.

Es evidente que muchas de las cuestiones pendientes se corresponden al ámbito de lo político y está muy claro que hasta ahora no había dirección política que valiese la pena en la agrupación política socialista de la ciudad y que la situación del grupo municipal, cuenta con tan sólo un par de concejales que de verdad saben lo que se traen entre manos. Ahora que da la sensación de que existe una dirección política que puede marcar unas líneas de actuación que, por lo menos, desencallen la situación y logren sacar a la nave municipal de los sargazos en los que está atrapada.

Panorama de actualidad

El diputado socialista en la Junta General Ángel Morales, que se enfrentó por la secretaría general de la agrupación de su partido en Llanes, se dejó decir que se trataba de optar entre dos formas de hacer política, la del futuro y la del pasado. Y los afiliados de Llanes prefirieron un pasado glorioso a un futuro incierto y gaseoso. Porque esa es la cualidad política del hombrín de Laviana que habita el último piso de Suárez de la Riva: la volatilidad. No terminan de salirle las cosas en condiciones y eso que percibe el electorado de toda la provincia también lo nota la militancia de base socialista, que está verdaderamente a pie de calle y siente y padece como el común de la gente. Y siendo tan fuerte el sentimiento, permea por toda la estructura del partido y en ocasiones se rebela ante los aparatos y sus instrucciones. Se puede objetar que Llanes es una agrupación socialista peculiar, como lo es la de nuestra villa marinera, y que sus resultados engañan y no son nada frente a la provincia en su totalidad.

La Corriente continúa adelante y, para variar, vota al mismo Ignacio Fuster para mandamás, que ya lo es desde hace seis años. Si es más de los mismo, iguales seguirán siendo sus métodos de acción, tantas veces deleznables, y se multiplicarán sus intentos de intervenir en la actividad municipal a través de Podemos. Pero la presencia de Sofía Fernández al frente de la formación política en la provincia significa que las relaciones con la CSI se enfrían. Otra situación que probablemente se normalizará, más si tenemos en cuenta que probablemente disminuirá la representación de Podemos en el Pleno municipal. Dicho esto, dejemos el asunto en un veremos porque falta más de un año para las municipales y en tan extenso lapso temporal puede pasar de todo. Para los intereses de la mayoría ciudadana y la buena marcha de los asuntos, sería formidable la suma con la caída de la influencia de la Corriente en Podemos y la disminución de representación edilicia de este poco fiable ente político.

Cosa parecida sucederá con los de Ciudadanos, en franco retroceso. Estuvieron a punto de tocar el cielo –recordemos que en esta Corporación son la segunda formación más votada– y, siguiendo la tónica general en toda España, proseguirán su caída libre hasta sumirse en la nada. Si Pablo González, el responsable del PP en la ciudad, juega medianamente bien sus cartas, recuperará para la derecha local las posiciones que detentaron como eterna oposición tras el hecho extraño del período forista, que también está en retroceso, por lo que sólo les queda no quitar ojo a los ultras. Y la nave va.

Brota la ilusión

Le importa muy poco el asunto del “cascacayu” a esa gentil dama de Carbayonia que esta villa marinera tiene por primera autoridad. Dejó la movilidad en manos del concejal comunista, verso suelto del equipo de gobierno, que se sacó de la manga la supuesta genialidad, allá cuando los días de vino y rosas, y ella concedió y asumió. Luego se enconaron las cosas y ahora se encuentra con la sentencia de un tribunal de instancia de lo contencioso administrativo que determina la ilegalidad del operativo. Independientemente de lo que suceda durante el recorrido de los recursos en otras instancias superiores, el correctivo es importante.

Se vota en su agrupación para poner a un secretario general y a ella no se le ocurre otra cosa que apoyar a uno de los dos candidatos, el que ya estaba, Iván Fernández Ardura, que había llevado a la organización socialista local a la inanidad. Deseaba la mujer amarrar la reelección de Ardura y sale elegido el otro, Monchu García. En realidad, tanto ella como Ardura y adláteres son los herederos de los antiguos socialmineros, cobijados ahora bajo el sanchismo, y una gran parte de la militancia gijonesa tenía un sentimiento de haber sufrido una invasión y se apresuraron a corregir la anomalía. Políticamente, la alcaldesa queda muy mal. Se equivocó al apoyar al candidato perdedor, lo cual es una desautorización clara de los afiliados a su gestión. Si su ego lo permitiera y la sensibilidad democrática hispana estuviera más desarrollada, ello significaría su inmediata dimisión; pero eso aquí no sucede y pretenderá seguir, tal como permiten los estatutos socialistas.

Pocos días antes de esta asamblea socialista, a un concejal e integrante de la candidatura del ahora nuevo primer secretario, Monchu García, no se le ocurre otra cosa que pegarse un baño hacia la escalera 2 del Muro, la famosa rampa. El fotógrafo hizo su trabajo y sale la foto de rigor: también cabreo de la autoridad, lo que dejó claro que había demasiados nervios.

Abundantes reveses, del más grande al más pequeño, en una sola semana. Ahora le fabricarán una lista que la acompañe para las próximas elecciones de la siguiente primavera, la del 23. Le darán un par de nombres que le corresponden por cortesía y ella tendrá que pedirle al hombrín de Laviana que fuerce la máquina desde la FSA para colocar más nombres: lo tendrá difícil porque a los poderes orgánicos regionales o federales se les acumula el trabajo en esas fechas con las cuitas de toda la provincia o de toda España. En definitiva, en la agrupación socialista de Gijón hay una nueva luz que abre diferentes expectativas e ilusiones, y la autoritaria primera dama local queda como una estrella que lentamente se extingue.