Caballos sí, pero ruidos no

Convenientemente interrogada por ese magnífico profesional de aquí, Ignacio Peláez, la gerente de Divertia, Lara Álvarez, nos “amenaza” con el ruido rampante para los carnavales: desfile, charangas, disfraz de Pelayo –que también se hace al son de tambores, es decir, más ruido– o pregón, en donde tampoco suelen faltar potentes altoparlantes que propalan ruidosos sones. Pasa con la buena de Lara que estaba su destino marcado para llevar el turismo de la localidad, oficio para el que está especialmente preparada, y al desgajar este negociado de Divertia, quedó varada en la gestión del circo municipal: desterrada en el Ponto Euxino de los festejos, que no es mal destino, pero esa no es la cuestión: son de esas decisiones atrabiliarias a las que la gentil dama de Carbayonia nos tiene tan acostumbrados. Y ahí tenemos a la flamante gerente de los circenses dando cuenta de las bondades del desfile de Reyes Magos, el resultado de la iluminación navideña, las actividades en el coso de El Bibio o los montajes lúdicos, pasando por la programación del teatro Jovellanos. Lo hace bien porque es competente y trabajadora profesional, capaz de hacer su trabajo y el de algún que otro compañero del organigrama municipal, tan abúlico que se ocupa más de su cortita carrera literaria que del trabajo encargado y por el que se gana la vida. Para culminar su paso por Divertia, sólo queda desgajar de la sociedad la parte del Jardín Botánico Atlántico y habrá culminado las misiones encargadas cuando su nombramiento, aparte, claro está que los cometidos de todos los días. Sí, en lo que rodea a la primera autoridad, hay algunas luces que brillan que no todo van a ser opacidades e inutilidades.

Otro negociado que funciona es lo relacionado con los caballos, comandado por el concejal para los deportes José Ramón Tuero, que ha preparado un programa hípico sensacional y metiendo en la combinación al Club Hípico Astur. Son unas cuantas citas veraniegas que culminarán con el concurso multiestrellado de las Mestas, para regocijo de la afición permanente, tan arraigada en nuestra villa marinera y su concejo. Anda el concejal Tuero en conversaciones con el Chas para establecer una especie de consorcio para dar con una fórmula estable que asiente el Gijón Horse Jumping, una feliz iniciativa hípica que tan buenos resultados proporcionó a las partes contratantes: por la parte pública, el Patronato Deportivo Municipal, y el Chas por la privada. Van hoy un par de muestras de que la herencia recibida por la alcaldesa de anteriores equipos de trabajo del grupo municipal socialista, porque lo aportado por ella y su círculo conspirativo es francamente mediocre. Falta harían al menos otros cinco concejales de ese estilo.

Consenso urgente

No tenemos tren de alta velocidad, pero tenemos revuelto el tren que no existe. Andamos dándole vueltas hasta dónde llegará la vía de ancho estándar. Va el ministerio competente y dice que, de momento, hasta Pola de Lena y se monta la intemerata, como si no fuera algo que se lleva anunciando hace unos años, pero algunos, con sospechoso aspecto de opositores ponen cara de mucho susto y lanzan sus llantos al aire. En realidad, entre Pola de Lena y la capital del Principado el tren que circule lo tendría que hacer, fuera el que fuera el ancho de vía, a la misma velocidad que los futuros trenes que crucen los túneles de la variante para parar en Oviedo y no pasar de largo. Quizá por ello, los técnicos del Adif no le dan tanta importancia, aunque, claro, ellos no toman en consideración el aprovechamiento político de la cuestión. Un tren lanzado a trescientos por hora tiene que reducir su velocidad bastantes kilómetros antes de llegar a su destino, como cualquier ciudadano que haya realizado un trayecto en cualquiera de estos convoyes se ha podido percatar; y en nuestro país son miles las personas que lo han hecho desde hace décadas. Así que menos hacerse los agraviados que no cuela.

Despejado el asunto Pola de Lena, colocando a esa altura del recorrido un adaptador de ancho de los ejes, asunto solucionado y a otra cosa. El asunto estriba en la estación intermodal de Gijón y en convertir el actual túnel de la risa en el túnel del metrotrén: ahí sí que hay para despejar unas cuantas incógnitas.

La animosa y gentil dama de Carbayonia ya proclama, por boca de su equipo de gobierno, que lo importante, despejado el asunto de la ubicación, es la manteca y que el camarote de los Marx Brothers que tenemos de corporación municipal halle los imprescindibles puntos de encuentro para conseguir un consenso que permita que las otras dos administraciones, la regional y la general, asistan a la jugada con la tranquilidad de que hay toda una ciudad tras el proyecto y no encuentren disculpas para retirarse de la partida. Y esto es peliagudo porque es una tentación muy grande para muchas formaciones políticas, que andan con el agua al cuello, no aprovechar la cuestión para utilizar el asunto como ariete electoral y ya sabemos lo cerca que están las elecciones y cuánto irresponsable hay suelto por los diferentes grupos municipales y en el seno de sus bases de afiliados. La verdad que, visto el panorama, es para no estar demasiado tranquilos, máxime cuando a estas alturas ya se debería estar trabajando en esta tarea de aunar voluntades para conseguir ese consenso.

Especulaciones electorales

Lío en Podemos. Accedió al mando provincial de la formación política uno de estos días atrás la diputada en el Congreso por Asturias Sofía Fernández Castañón, conocida con el nombre artístico de Sofía Castañón. Lo primero que hizo, como es natural, fue cambiar de un plumazo a todos los cargos políticos de su antecesor, el diputado regional, natural de Jaca, Daniel Ripa que ha pillado el pobre un berrinche considerable, como también es habitual en los casos de los políticos opacos con escasa experiencia, y anuncia recursos y pleitos variados. Entre los efectos colaterales de la situación está la muy probable que los morados se desenchufen de la Corriente a los que venían muy conectados, primero en esta paciente villa marinera y después en el paraíso natural al completo.

Y, a todo esto, qué en el Ilustre Ayuntamiento: pues que ya hay quien está buscando su huequecillo. Ya sabemos que este territorio es una excepción a esa coalición que incluye a Podemos e Izquierda Unida y que aquí cada uno ha ido por su parte, más que nada porque a los de IU no gustaba el asunto. Ahora que la realidad los puso en su sitio, ya lo ven de otra manera y hasta el sidecar del grupo municipal coaligado de PSOE e IU, el concejal de humos y coches Aurelio Martín anda buscando su hueco en una hipotética lista conjunta con Podemos para la primavera del 23, si es que antes no se fue todo al garete. En algún momento tendrá que romper oficialmente lo que ya está quebrado de facto: el entendimiento entre socialistas e IU, que a tantos seguidores locales y hasta concejales del puño y la rosa molesta en tal grado que lo manifiestan sin recato, lo que puede costarle a la actual directiva de La Argandona caer en favor de quienes ahora son su discretísima oposición interna. Queda por conocer el momento en el que la abnegada gentil dama de Carbayonia desenganche al sidecar de su tan poco potente motocicleta. Ve a su máquina de gobierno tan escasa de prestaciones que ya está más que convencida de que tiene que aligerar peso y el artefacto adherido es más un estorbo que una ayuda. Que el próximo medio ejercicio, el de 2023, tenga que funcionar con presupuesto prorrogado poco o nada importa ya.

Será divertido, si por fin el pegamento de la necesidad política consigue juntar a morados y rojiverdes, ver cómo logran explicar los desastres provocados por Aurelio Martín en su paso por el gobierno municipal. En poco más de un año pueden pasar muchas cosas, pero está claro que en esta plaza a las formaciones a la izquierda del PSOE no les van saliendo nada bien las cosas.

Palinodia circulatoria

Salió pelmazo el hasta ahora último concesionario del coso de El Bibio y anunció que va a pedir el uso de la plaza allá para San Pedro. Hay que ser plomo, pero allá él y quienes le jalean y hacen gracias y cucamonas. Tal es el interés del cuitado que podemos decir con toda tranquilidad que el canon pedido por el ayuntamiento se quedaba corto, visto el interés de Zúñiga (hijo) por poner sus sangrientos y deplorables espectáculos en la plaza. A propósito de esto de San Pedro nunca se supo muy bien por qué uno de los dos días no lectivos que puede elegir el Consistorio tiene que ser esta jornada petrina que no goza de arraigo en la villa y su concejo: sería asunto de buen gusto que las mentes pensantes al servicio de la graciosa dama de Carbayonia retornaran a la siempre bienvenida laicidad que todo poder público democrático ha de buscar en sus decisiones. Ya manifestaron esas buenas maneras al no asistir representante municipal alguno a la misa del santo o a la de la virgen de Begoña y sería dar un afortunado paso más suprimir la fecha como festivo local. Pero por esta provincia continuamos sumidos en costumbres propias del antiguo régimen y así mezclamos santinas, san martines, san pedros, santiagos, san roques, begoñas y una miríada de vírgenes variadas con las festividades locales, lo cual dice bastante de nuestra posición en el concierto de los territorios. Luego, vamos y nos echamos las manos a la cabeza por el fanatismo de otros pueblos como puedan ser los islámicos.

Que es cosa del viejo régimen da cuenta la anécdota del organizador de las corridas de toros que, ante la imposibilidad de cometer sus fechorías contra animales desvalidos por Begoña, pretende cobijarse bajo el patronazgo de un San Pedro a la baja. Dios los cría, beatos, taurinos o ambas cosas, según el destino de cada cual, y ellos encontrarán el momento y el lugar para mezclarse. No en vano era costumbre aquí, en una de las mañanas de la feria taurina, organizar una misa de campaña en la arena del redondel. Religión y toros van unidos y ya en el tetramorfo evangélico figura un toro en representación de San Lucas. Y bajando un poco de la nube, tampoco hemos escuchado de cura o religioso por ningún sitio prédica alguna en contra de los abundantes y sádicos espectáculos basados en el maltrato animal.

Sin necesidad ni de coso hay otros lances taurinos como el toreo entre la primera autoridad y el caído en desgracia alcaldín de humos y coches: ya anda hablando el pobre de doble sentido de circulación en el Muro o de suprimir la mediana: la Alcaldesa pretende sobrevivir.

Apariencia de optimismo

Cuenta por aquí nuestra admirada Rocío Valle que la pizpireta dama de Carbayonia le contó a su vez a ella algunas cosas. Una de ellas es que pretende volver a ser la candidata de su partido a la Alcaldía, aunque lo dice a su manera, como si ya tuviera el plácet para elidir las primarias. Será que ya se lo prometió María Luisina, que tiene mucha mano para estas cosas, aunque haya otros que andan a la búsqueda de algún mirlo blanco al que colocar con una cierta garantía de que la propuesta socialista sea la más votada en las próximas elecciones –nótese que no se utiliza aquí esa cursilada del llamado lenguaje inclusivo–, aunque los agentes luisianos no ignoran que el índice de conocimiento del alcalde de un pueblo está a varios años luz del de cualquier otro ciudadano. Por eso la ovetense se muestra tan segura. Diferente es que el cuerpo electoral se deshaga de ella urnas mediante, cuestión que la interesada no descarta, aunque lo diga con la boca pequeña.

Otra de las cosas que contó es que “el Muro tiene que ser un sitio lleno de vida”. Los de Gijón así lo creen, porque conocen el paseo marítimo en todas las estaciones y saben que con el calorcillo del verano se llena y con los fríos, los vientos y las aguas del invierno se vacía. A los de Oviedo o León que nos visitan por el verano les parece de lo más normal. Pero, ¡ay! cuando alguno de ellos lo conoce en invierno por casualidad o porque el destino le ha deparado habitar la ciudad en las estaciones frías, el Muro le puede parecer un lugar lóbrego o deshabitado. Todos los antecesores de la actual primera autoridad eran de la localidad, por lo que a ninguno se le ofreció pronunciar tamaña “boutade”. El Muro tiene la vida que tiene que tener según la época del año y, por muchas comisiones o arreglos que haga, seguirá igual que ahora: lleno en el estío, vacío durante la invernada y pare usted de contar. Hasta los más conspicuos hosteleros lo saben y no sale ninguno a protestar por ello.

Ya sabemos que las estaciones llevan sorpresa sobre su construcción y habremos de tomarlo con paciencia y resignación. Con lo de la ampliación del Hospital de Cabueñes pasa algo parecido: la tomadura de pelo es monumental y los burócratas de la administración regional han convocado nueva licitación con un cierto optimismo en cuanto a los plazos: una simple reclamación administrativa, un no menos habitual recurso judicial dilataría todos los plazos y comenzaría a funcionar el ominoso reloj que alarga las horas y frustra las expectativas del cumplimiento de lo comprometido.