Ocupantes en el poder

Desaparecida prácticamente la minería en las cuencas, el SOMA se ha convertido en lo que son en la sociedad catalana son la ANC y Omnium Cultural: asociaciones que intervienen en política sin ser teóricamente partidos políticos, pero que meten su pezuñita en todo y que en todo lo que se mueve pretenden influir. Los del antiguo sindicato minero dicen cómo hay que trazar carreteras, qué hacer con los trenes, qué instalar en los terrenos de una vieja térmica que abandona su producción o, y esta es la última, qué hacer con el centro neurológico de Barros cuando se termine con la pandemia de la covid-19. Para no olvidar su antiguo cometido, echan su cuarto a espadas y revuelven un poco ahí por Tabaza en la Dupont a ver si pueden estropear algo. No les ha bastado para bajarle los humos que sus actuales líderes hayan llegado al puesto por hacerle la pelota a un sentenciado ladrón que por tantos años fue su cacique o que sus descendientes políticos, disfrazados de sanchistas, gobiernen en el Principado con un torpe políticamente demostrado al frente, cuya única preocupación es la de figurar y salir en el centro de la foto, comportándose como el alcalde de pueblo que, en realidad sigue siendo. Y de ayudante otro torpe malicioso e inútil como Juan Cofiño.

¿Qué podemos esperar en esta desgraciada villa marinera con estos mimbres al frente de la provincia y una paracaidista de Carbayonia al mano de la localidad Indudablemente, nada bueno. Para muestra, baste el botón de las estaciones y el túnel de la risa. El ministerio de Ábalos va lanzando señuelos y este par de supuestos gestores provinciales y locales se los tragan hasta la boya y luego nos lo vienen a contar como la gran cosa. Sucede sin embargo que en veinte años ya hemos asistido muchas veces a esta representación con un mismo libreto en el que, en realidad, tan sólo han cambiado los nombres a los personajes, pero que hacen lo mismo una y otra vez, por lo que ya nadie les hace mucho caso y lo único que consiguen es hacerse un poco más odiosos ante una hastiada ciudadanía.

Luego vendrán con sus lamentos y a interrogarse con maneras lacrimógenas para contarnos lo peligrosos que son los populismos, cuando en realidad el origen del problema son ellos mismos. Este Ayuntamiento nuestro y este Gobierno regional no han hecho nada bueno por este pueblo que, en realidad, no sienten como suyo. Son gentes que en el fondo nada más que sienten un cierto rencor hacia una villa y su concejo que le son completamente ajenos. Y así actúan cada día. Vamos dados con estos taimados ocupantes al mando.

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