Recursos limitados

Si uno fuera concejal de esta villa marinera con labor delegada por la gentil y elegante dama de Carbayonia estaría temblando. Veamos, ella, en el lícito uso de sus competencias como alcaldesa, delegó ciertas áreas en el único concejal comunista de su equipo de gobierno, encomendándole cuestiones importantes cuyas actividades pueden consumir recursos sin fin. Lamentablemente, todos sabemos que los recursos son limitados y que los presupuestos, en este caso los municipales no dan para tanto como se desearía hacer. Así que los gestores locales, digamos que imaginativos, enseguida se acuerdan de que hay otras administraciones que suelen destinar rubros de sus presupuestos para los ayuntamientos.

Basado en este principio de que tanto la administración general del Estado como la regional aportan fondos al consistorio para el desarrollo de algunos de sus proyectos, el alcaldín Aurelio enseguida se lanza a proclamar que “espera” la colaboración de ministerios y Principado para sus proyectos medioambientales. Con un desahogo digno de mejor causa hasta se permite contarnos que él se ocupará de realizar los proyectos, se supone que a su gusto y deseos, y que las demás administraciones las paguen y ejecuten. Olvida el optimista concejal delegado de humos y coches que los gestores de cuya voluntad dependería en última instancia la decisión de aportar esos dineros también tienen ideas propias y sus propios equipos técnicos y, ya que distraen fondos de los presupuestos que manejan, quieren dejar sus opiniones en los susodichos proyectos; por lo que es de una gran ingenuidad o cara dura eso del yo proyecto y que pague el de enfrente sin rechistar.

De otro lado, cuando otra administración destina dinero a un ayuntamiento, lo hace en general y si lo gasta, pongamos por caso, en limpiar el río Piles, achicharrar a la Autoridad Portuaria o Arcelor a golpe de severísimas medidas medioambientales o destrozar el Muro al gusto del alcaldín carota, no lo destinarán a otros menesteres, por lo que los planes faraónicos de este siniestro concejal comunista se llevarían el grueso de las aportaciones al consistorio gijonés: por eso ponemos aquí que, de ser concejal del equipo de gobierno estaría temblando, porque la carbayona hace sus clips televisivos para las redes y tricota maldades varias sin levantar la mirada de su labor. Mientras, el resto de asesores y directivos políticos de la agrupación local socialistas se dedican a sus cosas y pequeñas conspiraciones entre ellos, cual eunucos cortesanos de la antigua China imperial. Así es como se produce este asquito del languidecimiento de la hasta poco ha pujante ciudad motor de la verde Asturias. Ha comenzado el reparto de vacunas para el virus que nos azota, pero para este otro mal no hay solución.