Tiempos lánguidos

Sí, es agosto, teóricamente, y según informa el calendario, ha terminado la Semana Grande que este verano no ha existido a causa de lo ya conocido por todos, pero existen las vacaciones municipales. Tan es así que, para general risión, un grupo municipal unipersonal se quedó sin asistir a la misa de Begoña que organizan los padres Carmelitas y, al extrañar su ausencia pues se trata de formación que va de pía, se vieron impelidos sus portavoces a proclamar que no habían recibido la correspondiente invitación. Se supone que si eres pío, vas a las misas de celebración patronal o demás con o sin invitación; pero aún así, los frailes se apresuraron a indicar que habían remitido invitación a todos y cada uno de los grupos municipales. Como todo misterio, el asunto tiene su clave: la carta no llegó al despacho de la formación política sita en las consistoriales, sino que fue enviada a la sede del partido en cuestión, que en agosto está cerrado y por el que, al parecer no pasa nadie ni a mirar si hay correo. La cosa tiene su guasa y también indica cómo se las gastan algunos frailes que para ciertas formalidades todavía utilizan el correo ordinario sin confiarse a las nuevas tecnologías e invitar por correo electrónico.

Otras, digamos, fuerzas políticas que no llegan ni a la mayoría opositora, ya sabemos desde hace algún tiempo, que están a punto de quedarse sin sede por falta de numerario para pagar su alquiler. Sigue sin saberse mucho de a dónde va a parar la asignación mensual que con que nuestra administración local ayuda a sostenerse a los partidos, según su número de concejales, a costa del presupuesto municipal. Ya vemos que por estribor los asuntos languidecen y los ánimos andan por los suelos.

El resto de la oposición tampoco anda muy viva y ni azuza al gobierno municipal ni realiza propuestas de ciudad que puedan recibir tal nombre. Y aquí tampoco vale decir que es mes de vacaciones porque este agosto, tal como están colocados los bolos, no son propicios para que los representantes públicos vacacionen; aunque no fueron iguales julio o junio.

Con este panorama, los que teóricamente mandan, es decir los socialistas y el de IU, llevan una vida plácida y relajada que les permite torearnos colectivamente con la tranquilidad que proporciona que no van a obtener contestación que reciba tal nombre. Se supone que el cuerpo funcionarial se tomará sus vacaciones legales y lo harán en cómodos turnos rotatorios por lo que si la ciudad funciona es porque hay ordenadores encendidos y, frente a sus pantallas y al mando de sus teclados hay quien los atiende.