Los que no se enteran

Es paradójico, pero con un gobierno municipal virado a la izquierda la Semana Negra recibe menos ayuda que con los gobiernos de Foro que más a la derecha no podían estar inclinados. Ciento setenta y cinco mil euros de vellón recibieron en el 17 y el 18 y en ciento cincuenta mil se han quedado este 19. Parece mentira que la izquierda local no sepa o no quiera valorar en su justa medida la calidad del festival literario, la importancia que tiene para colaborar en el posicionamiento de la marca de Gijón en el movimiento turístico y ciudadano de cada verano y en lo que significa de esparcimiento festivo a comienzos del mes de julio a inicios de la temporada estival. Tan evidente es que estos mandamases no lo entienden como lo es la falta de sensibilidad de la alcaldesa a la hora de repartir los recursos. Ya en su época de consejera de Cultura demostró a la hora de apoyar el evento desde el gobierno del Principado como lo es ahora en su calidad de primera autoridad. La cosa está clara.

El consejo de administración de la sociedad Gijón al Norte, la que lleva todo lo referente al plan de vías y la comercialización de los terrenos del solarón que dejaron las demolidas estaciones y la playa de vías nombró el otro día a los integrantes de su comisión ejecutiva y de auditoría. Al consistorio gijonés le corresponde un representante en tal órgano y resultó elegido el concejal Rubén Pérez Carcedo, de Ciudadanos. En aquella misma reunión, se aprobó el acta y en la misma figura el tal nombramiento. Al leer el documento, los mandamases socialistas pusieron el grito en el cielo. Tenía que haber un error en el acta, pero no, en el documento figuraba fielmente lo que se había votado. Es decir, los consejeros socialista y de IU ni se enteraron de lo que habían votado. El concejal Pérez Carcedo puede ser un digno, leal y sensato representante municipal en dicha comisión ejecutiva, pero tiene un defecto fundamental: no socialista, es de la oposición de Cs. Así que a los directos dependientes de la primera autoridad municipal, y a la propia interesada -que también forma parte del consejo de administración- les toca enmendar el error en la próxima reunión de ducho órgano, de aquí a unas cuantas semanas. Bromas aparte, toca preguntarse en qué asuntos tendrán puestos sus pensamientos los ediles socialistas y de IU en las reuniones a las que asisten en lugar de los temas que en ese momento se están tratando. Los pobres tienen tanto de lo que ocuparse que no les da la cabeza para tanto. No hay salario que pague tamaños desvelos en el cuidado de la cosa pública de nuestra estancada villa marinera; ya vemos que sus mentes no dan para poco más y, de vez en cuando, se deslizan por la cuesta abajo de los errores inocentes. A todo esto, el equivocadamente nombrado, dice que no dimite a la voz de que todos parecían estar enterados de lo que se estaba votando. Hace bien: que sean los que erraron los que se tomen la molestia de proponer otro nombre, dar el cese al actual representante municipal en la comisión ejecutiva de la sociedad del plan de vías y de proponer la votación de otro nombre. A ver si van aprendiendo a fijarse en lo que hacen. Menudos genios.