Procesos electorales

Faltan unos cuantos meses para las elecciones municipales, pero los principales partidos ya han comenzado con sus movimientos preelectorales. Como ahora lo que se lleva son los procesos, llamémoslo a la americana, de primarias, tanto PSOE como PP se ven inmersos estos días, por diferentes causas y diversas formas, en procesos de selección de líderes. En nuestro pueblo, los socialistas bizcan candidato a alcalde y los populares van en pos de un jefe local. En ambos casos, contienden dos hombres y también a los cuatro se les exige un considerable número de avales para llegar a ser candidatos de verdad: trescientos en el caso del PSOE y quinientos en el PP. Los votos son libres, secretos y directos, pero los avales, aunque también libres y teóricamente libres, son públicos. Al ser tan grande la cantidad, obliga a las militancias a «retratarse» frente a sus compañeros y, bien que en el interior de una organización local casi todo el mundo se conoce y cada uno sabe por dónde respira cada cual, la cosa no deja de tener su cierta dosis de incomodidad al verse algunos obligados, por amistades u otras circunstancias, a otorgar su aval a quien en realidad no desean.

En el PP, se dirime el nombre del presidente local de la formación entre uno, David González Medina, al que le faltan dos para llegar a los treinta años y otro, Ignacio Riestra Heres, al que le faltan otros dos para alcanzar los sesenta: experiencia frente a género casi a estrenar. El joven, apoyado por la jefatura regional y el maduro por la muy numerosa disidencia local. Ya en otros congresos locales fueron los disidentes quienes alcanzaron el triunfo frente al oficialismo orgánico y en dos ocasiones consecutivas, nada más y nada menos. Eso, precisamente es lo que esperan que se repita los partidarios de Riestra en oposición a un González Medina, respaldado por la presidenta regional Cherines Fernández.

Por la parte de babor, es decir el PSOE gijonés, lo que se ventila es la persona que encabezará su candidatura a las municipales, es decir, que la militancia elija al candidato que su formación presentará a la alcaldía. De los dos candidatos, tenemos a uno nuevo en estas lides, aunque muy experimentado en gestión pública, como es José María Pérez López, «Josechu» de casi cuarenta y dos años, frente a José Antonio Garmón Fidalgo, de casi treinta y ocho. El candidato Garmón ya se presentó a secretario general frente a Martínez Argüelles y perdió por goleada, lo mismo le ocurrió cuando recientemente presentó su lista de delegados para el último congreso extraordinario regional. Estos reveses y sus numerosas y puntillosas protestas de carácter leguleyo ya le hacen aparecer ante muchos de sus compañeros como el eterno descontento de todo proceso electoral interno.

La novedad está en Josechu Pérez. Está inédito, aunque a inicio del encuentro, parece que concita importantes apoyos en la agrupación socialista gijonesa. Su experiencia y suficiente formación universitaria, le hacen un candidato fácil para ser aceptado por una importante cantidad de la militancia progresista y, como consecuencia de ello, de una mayoría ciudadana. En este sentido, sus años como concejal a la sombra de Paz F. Felgueroso le han proporcionado un amplio conocimiento de los resortes municipales y sus inicios desde bien joven en la organización también le aportan una inestimable experiencia en el conocimiento de su propia formación. Por nuevo en estas lides electorales, falta conocer cómo desarrollará su campaña, aunque por lo que hasta ahora ha declarado tenderá a ser de carácter cercano a quien en cada momento sea su electorado.

Así estamos en el pueblo. Los minoritarios casquistas parecen tener resuelta su cabeza de lista con la actual caritativa cirujana que ocupa la alcaldía gracias a la generosidad no correspondida de un PP que en 2011 cometió el mayor error político de su historia local, como ya empiezan a reconocer los mismos interesados sin ambages. Ahora, falta saber si el propio PP es capaz de reconducir su error, tras muchos meses de gestora impuesta por la superioridad, y si el PSOE local, con un nuevo candidato, logra recuperar una mayoría suficiente para gobernar una ciudad que no se merece el mal trato recibido por sus gobernantes municipales en los últimos tres años y medio.

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