Una cierta desazón

Será que con el paso del tiempo, uno se va haciendo más insensible a cierto tipo de sufrimientos y así, el hecho de que la muchachada rojiblanca no lograra alcanzar el objetivo del ascenso dejó un brote de molestia interna o de contrariedad más que de amargura o enfado. La gesta deportiva, siempre me han recomendado los encargados de la información deportiva que se ponga así porque la cosa ha de tener ciertos tinte de épica, es importantísima, por eso es importante que, de vez en cuando, el destino te conceda, en una de estas ciudades con equipos ascensores, que tu equipo ascienda de división, lo que con lo complicado que se ha puesto, no deja de ser un espectáculo corriente.

La carga emocional del momento es probable que no pueda con los encargados de la estrategia futbolera. Ahí es donde la mayoría resbalamos. Y, como nos solemos quedar –y como es nuestro derecho y nuestro deber– sólo con las emociones, que ya es mucho, probablemente exigiremos lo que sea menester sin detenernos siquiera un poco en las estrategias y en lo imprescindible para que funcione la maquinaria bélica sin fricciones, es decir, la manteca, el unto, la grasa. ¿Quién, cómo y cuándo nos dirá que no, que hasta aquí? No sabemos hasta dónde puede llegar una decepción como la padecida este pasado fin de semana. Ello, unido al resbalón en el debut de la selección en Brasil, ha provocado un manto de silencio balompédico en la villa y su concejo especialmente ominoso. De pronto, se nos han quitado las ganas de hablar de fútbol y no es para menos. Probablemente, tras un descanso terapéutico, vuelvan las cosas a su cauce, pero de momento, toca estar moderadamente callados, pero expectantes ante los acontecimientos por venir.

Tocó de lunes reunión plenaria de los concejales porque el viernes pasado anterior se habían estropeado los aperos de grabar la sesión y menudo peñazo. El nuevo portavoz de IU tuvo escasa oportunidad de lucirse y parte de las intervenciones las realizó el anterior, que es quien probablemente las tuviera previamente preparadas. Con esta novedad y las habituales asperezas de los concejales casquistas Couto y Roces transcurrió la sesión. Únicamente, allá al final, la presencia de la presidenta de la federación vecinal, Tita Caravera, que pareció no haberse enterado que la izquierda no gobierna en este pueblo nuestro desde hace tres años, lo cual dejó a la caritativa cirujana, a la sazón alcaldesa presidenta, tan encantada de la vida que renunció a la réplica prevista e improvisó una especie de emocionada congratulación.

Andan de campaña afanosamente los candidatos a secretario general de los socialistas en busca de sus avales, primero, y de sus votos después. Ya han comparecido dos por la provincia, Pedro Sánchez y Eduardo Madina. Parece que sólo están ellos dos, pero superan la media docena. Dice ya algún sondeo de esos que pretenden ser premonitorios, bien que un poco de andar por casa, que Madina lleva cierta ventaja. Ver, veremos. De momento, su campaña interna es la más vistosa y con mayor incidencia de su mensaje entre la militancia.

Tantas emociones para animar el cotarro, pero no se quita la desazón por los fracasos sportinguistas. Mala coa esta cuando lo que debería ser un entretenimiento se convierte en motivo de mohines en lugar de fuente de jolgorios. Es como si el destino fatal hubiera determinada que no nos tocaba este año esta pequeña y efímera dosis de alegría, dejándonos a las puertas de ella. Por nuestra parte, nos quedamos con el sentimiento y ya dejamos a los expertos que le den las vueltas que sean de rigor. Y que así sea.